viernes, 8 de febrero de 2013

Anecdotario parte no.3




No atinaba a saber cómo habíamos llegado a esto, ¿Chocamos? ¿Dimos vueltas? ¿Estamos al borde de un barranco?
 En mi cabeza una súplica que no supe pronunciar:
-¡No se muevan o esto dará vueltas hasta el fondo!
El ojo izquierdo estaba empañado, supe sin el dolor que me lo había golpeado –no importa mucho pensé-, de por sí nunca veo muy bien y dormir con los lentes de contacto  siempre tiene esa consecuencia.
Me asomé por la ventana y alcancé a ver  que no estábamos en un desfiladero, había siluetas de personas que miraban hacia el autobús estupefactas.
-¡Hey no vamos a caer,  ahora sí muévanse! ¿Por qué nadie hace nada?
 ¿Eso lo dije o lo pensé?
Pero adentro las siluetas ensangrentadas también estaban inmóviles. Por mi madre supe después que a ellos sí les grité:
-¡Muévanse coño! ¡Hagan algo! ¡Hay que romper los cristales! ¡Hay que salir de aquí!
No lo recuerdo pero suena a mí.
Comenzaron a reaccionar, un hombre se quejaba conmigo:
 -¡Mi ojo!
¿Dónde están los que venían adelante? ¡Por favor dejen de gritar, no podemos sacarlos de entre los fierros, no podemos puta madre, no podemos! ¡Todos están sangrando de alguna parte!
-Jenny, mi bolsa, busca mi bolsa, ahí vienen mis pastillas para la presión.
-No te muevas mamá, voy a buscarla.
¿Por dónde empiezo? Nada está en su lugar. A tientas busco en el suelo, levanto una almohada, la tiro, encuentro una bolsa, no es la de ella, la tiro y pienso: ¿por qué la avientas? También es de alguien, también la buscará más tarde. Entre los vidrios, con la mano, debajo de los asientos reconozco mi mochila, el teléfono está ahí.
La abro y no me cuestiono si hay señal, intento marcar sin dudarlo a la truchita, ella sabrá qué hacer, ella siempre sabe qué hacer. No puedo sostener el teléfono que se me desliza entre las manos rojas… ¿por qué compré un touch maldita seaaaaaaaaaa? Contesta, contesta Paty por favor, contesta.
Al otro lado por fin esa musiquita tuya horrible, que nunca me cayó tan bien escucharla. Contesta anda son las 6:40 de la mañana pero tú eres insomne. Inmediata tu voz somnolienta:
-¿Sí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario