jueves, 21 de febrero de 2013

Anecdotario no. 6



El escenario seguía siendo apocalíptico casi todos los del accidente andaban como zombies caminando lentamente de un lado a otro con sus ojos hinchados, las caras ensangrentadas y sin acertar todavía a saber bien qué pasaba.

Habían transcurrido por lo menos 45 minutos desde que ocurrió todo y uno pensaba que las ambulancias llegarían pronto pero… ¿cuánto es pronto en esas circunstancias?

Junto a mi madre del lado izquierdo una mujer de unos sesenta años está recostada en el pavimento, parece tranquila, no se queja, la tapan por el frío.

Del otro lado unos niños…

Los hombres comienzan a sacar las cosas del autobús, salen por la ventana en una cadena humana bolsas, maletas, almohadas y como iluminada por un cenital en un momento de suspensión temporal:  ¡la bolsa de mi madre!

Corro a buscarla y vuelvo  con  su pastilla de la presión, me agacho junto a ella para dársela con un poco de jugo -que había sobrevivido a los cacahuates… el recuerdo fugaz de los cacahuates enchilados que comía viendo Rango en las pantallas del autobús la noche anterior, cuando todo estaba bien y yo reía a carcajadas con las babosadas de esa rana ¿era una rana?- .

La primera paramédica llegó al lugar, la traía del brazo el esposo de la señora recostada junto a mi madre, le suplica que la revise, él se ve muy angustiado pero yo no comprendo  por qué si no se ve “tan mal”…

Las cosas siguen saliendo por la ventana, una puerta del maletero logra abrirse y todas las cosas comienzan a reunirse en una montaña, ahí está tu sudadera rosa, mi bufanda verde…
¡Esa sí, también es mía!
La bolsa con los quesos y el pan está también ahí mamá, no puedo dejarla,  lo compramos para Gusi, para Chavo, los platos que le compraste en Chiapa a Mayi  y … y son sólo platos y queso sí pero yo… yo sólo quiero recuperarlo todo, sólo quiero recuperarlo todo…

Coloco poco a poco todas las cosas junto a mi madre y en una de esas vueltas escucho:

-Ya no… hora de la muerte: …

Y la tapan, pero no por el frío, la tapan hasta la cabeza…

Pero… pero ¿Por qué la tapan si no estaba tan mal?… ¡No! ¡Esperen!¿Por qué la tapan? ¿Por qué?

Si ella no estaba “tan mal”

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