jueves, 7 de febrero de 2013

Yo también te quiero...





Jenny González:
¿Cómo estás carita de nanchi? Te mando un abrazo fortísimo.

12:29
Ulises:

Gracias. Estoy bien. Si acaso algo apesadumbrado por algunas cosas que quisiera hacer y para las cuales no me da la cabeza por ahora (estoy bloqueado, como se dice). No sueño --o ya no recuerdo lo que sueño (y lo hacía normalmente)-- y eso es mal síntoma. Los estudiantes sueñan todo el tiempo. No porque sean listos; sencillamente es porque reciben estímulos continuamente en la escuela. El caso es que cuando dejan de estudiar y terminan por transformarse en vacas cagasueldos, debeautos y criaescuincles bajo la correctísima jurisdicción del manual del perfecto imbécil civilizado (es decir tal como fueron ellos criados: les enseñan las mismas cosas y luego esperan que sus hijos, algún día, ojalá, sean distintos... idiotas)... en fin, decía que cuando dejan de estudiar y tener experiencias más o menos vívidas, dejan casi instantáneamente de soñar. No lo estoy inventando. Tengo por ahí algún artículo escrito por algún neurólogo donde habla de ello.

Como sea, no estoy soñando. Nada. O muy poco. Y de lo poco, recuerdo menos. Pero pasa algo, es como que estuviera sobrecargado de estímulos e intentaran todos pasar, al mismo tiempo, por la misma puerta angosta de mi inútil cabezota. Y como sé que no voy a ensanchar esa puerta, o no muy pronto, lo único que me queda es esperar a que algunas de esas cosas se desanimen, pierdan impulso o de plano desaparezcan para que dejen pasar a lo que sea que haya persistido. O tal vez eso ya ocurrió y ninguna de las malditas ideas quiso persistir, en cuyo caso estoy más jodido de lo que pensé.

¿Y tú? ¿Cómo va la recuperación? Tengo ganas de ir a verte, pero no he podido. Fui una vez casi corriendo. Nomás pude pasar a ver al Iván y medio confirmar que todo estaba bien. La próxima que me escape te toca a ti, lo prometo. ¡Besos!

13:03
Jenny González

Jajajajaja me reí mucho con tu correo, porque justo acaba de irse en su bicicleta la negra y se vino a quejar porque su hamster creativo nomás no furula...
Sobre cómo estoy no sé decírtelo con certeza, todo mundo me lo pregunta y digo lo mismo: no sé cómo estoy.
No es tampoco tan grave es sólo que fue un chingadazo que mi cabeza sigue tratando de acomodar.
No te preocupes por venir a visitarme he descubierto que no me gustan las visitas de enfermos, me cagan y eso me ha hecho pasar mal estos días en que bien podría estar sola, -que ahora lo disfruto mucho-, y no poniendo cara de idiota con la gente que de buena voluntad quiere vernos. Yo sé que me quieres y con eso basta, mejor sígueme escribiendo de esas cosas que me dan mucha risa...
Yo anoche sí soñé...soñé que tenía un romance con Carlos Salinas de Gortari jajajaj despierta no doy crédito porque me parece poco menos que nada atractivo jajaja pero aún tengo ese recuerdo de tenerle afecto y deseo en el sueño...maldito alcohol han de ser sus secuelas...

13:20
Ulises:

No te iba ir a ver porque estés zarandeada, sino porque tengo ganas de verte y platicar un ratito contigo. Pero ya que te pones insolente, te lo voy a decir de una vez: sólo pregunté cómo seguías por alguna cortesía idiota, ya sabes cómo son esas cosas. En realidad, me da bastante lo mismo, igual que a todos (y sé que también de eso estás segura). Sé que sobreviviste, que sigues viva pues; eso cuenta y es buenísimo. Con eso me basta y estoy contento, pues. Así pues, tiradas por la borda las cortesías más elementales de este mundo raro, creo que sí: el alcohol te ha dejado secuelas, algunas más graves y visibles que otras, supongo.

Aun así, lo de tu sueño no es para tanto. Los hombres de poder ejercen esa clase de atracción en muchas y muchos. Da lo mismo que sean unas ratas de alcantarilla. Por fortuna para esa clase de sujetos (por desgracia para el mundo que debe padecer a sus engendros), el deseo no es cuestión de opiniones morales. Así que entrégate con total cinismo a tus fantasías lúbricas, no te preocupes. Nomás, eso sí, no se te ocurra sacar esas cosas de tu clóset imaginario, porque entonces sí te dejo de hablar.

Y ésta es la última cosa de más de un párrafo que te mando por aquí. Haz lo mismo, por favor, y si bien no vamos a enviarnos postales de puño y letra propias, al menos volvamos a la sana costumbre del correo, donde esas cosas perduran y se consultan de vez en vez, cada cuatro o cinco años. Ni correo es:

¡Besos! Y que te vuelva a crecer el pelo pronto.

13:33
Jenny González

Jajaja esa fijación por los medios no acabo de entenderla, pero bueno a mí no me importa mucho así que la próxima te escribo por ahí, ahora no porque de pronto lo siento como una orden y ya sabes que suelo tener complicaciones con todo lo que huela a autoridad.
En otro sentido creo poder distinguir entre quien me pregunta por protocolo y quien sí espera saberlo por un interés -lo más auténtico que se pueda- en esa extraña escala de valores a menudo difíciles de alcanzar donde sueles colocar las cosas.
Las secuelas del alcohol me siguen valiendo madres, lo bailado ya quipen me lo quita y lo que falta por bailar..qué diablos.
El pelo me stá creciendo ya colocho creo hahahaha aunque creo que me voy a volver a rapar, ya me gustó, me encanta la cara que pone la gente con la cicatriz en la cabeza...qué diablos ya lo sabes, la naturaleza espectacular...
Hasta el infinito y más allá camarita, nos vemos en el correo...besos

14:01
Ulises

Nomás una cosa respecto de mi rara escala de valores...

Te preguntan sólo por dos cosas: 1. por cortesía de protocolo (es lo que se hace en estos casos, eso nos enseñaron y nunca nos lo cuestionamos, así que sólo lo seguimos haciendo), ó 2. porque les interesa una mezcla de más o menos tú (la única parte donde se genera interés genuino en y sólo por nosotros --al menos en esta clase de historias de accidentes-- es cuando no lo cuenta uno mismo, por no haberlo logrado se entiende; ya sabes, quedar físicamente imposibilitado de contarlo o sencillamente muerto) y el drama anecdótico de la situación, que es material de primera para conversaciones entre amigos (y qué decir del valor curricular y el aura encabronadamente valiente del "estuve ahí"), desde ahorita y pa lo que dure el anecdotario en torno a tu persona el resto de la vida.

En fin. A lo mejor sí soy un pasado de lanza o nomás estoy muy enfermo por decirte esto. Tómalo como gustes, chapis. En realidad también eso me tiene sin cuidado hasta cierto punto. Si lo comento es nomás porque estoy un poco harto que a todo mundo le parezca extraña mi escala de "valores" (la verdad es que la mayoría --no tú desde luego-- ni sabe lo que dice cuando usa esa palabra o cualquier otra). Nomás me parece que las personas se la pasan diciendo mentiras abiertamente o babosada y media sólo para... bueno, no sé con qué fin, pero sí que eso es lo que, sin que nos percatemos, tiene al mundo algo más jodido de lo que de por sí sería sin mentiras (por bonitas o complacientes que resulten). Y ya me voy. Chau. ¡Besos!

(Tu pelo.. bueno, como quieras, pues).

14:26
Jenny González

Casi nada es como planeamos o queremos, tú quieres y sentencias no volver a escribir más de un párrafo por este medio y a los cinco minutos te has fallado. Déjalo ya.

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